Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

miércoles, 18 de mayo de 2016

Excusas para detener el tiempo en el Salone de Milano

Hace años que acudo al Salone de Milán cada mes de abril y la visita no deja de asombrarme como si fuera la primera. Para mí ─y tal vez para muchos de los que nos dedicamos a revolotear alrededor de las flores del diseño para extraer algo de néctar y llevarlo a nuestras respectivas páginas, o lo que sea─ el año lectivo empieza la semana del Salone. Antes, todo es caduco y perecedero, futuro fugaz, pasado baldío, turbio. Después de visitar el Salone se hace la luz y vemos con claridad de qué va este año. Cómo serán los interiores de la temporada y, posiblemente, si somos observadores, de los años que vienen; qué materiales nos van a rodear con sus brazos, qué formas se acercan a nuestra sensibilidad, qué aspecto tendrá nuestro entorno si nos gusta que luzca sano y prometedor. Volvemos del Salone con la sensación de haber visitado la Casa del Futuro.
 Clover de Alivar

Lo más difícil empieza ahí: hay que explicarlo, poner en palabras lo que, básicamente, son sensaciones. Sí… hay materiales nuevos y viejos, formas de trabajo, tendencias de estilo, innovaciones técnicas, cositas que se pueden explicar en negro sobre blanco. Pero ¿y las emociones? ¿Y eso indefinible que los grandes diseñadores transmiten con un trazo, en la curva del respaldo de una silla, en la superficie texturada de una cómoda, en un ambiente semi iluminado?  Ay… Qué difícil es transmitir todo eso.

Diseño de Fabio Novembre para Cappellini

Reconozco sentir un poco de envidia de mis colegas los periodistas tecnológicos, quienes no tienen más que explicar de forma inteligible los avances técnicos del último Smartphone y ya tienen la crónica de su feria. Y pasa lo mismo con los que se dedican a temas científicos o técnicos. Estoy pensando en el mundo del motor, en la industria alimentaria, en las tecnologías avanzadas, en la robótica, e incluso en el añorado mundo del cine. Los avances técnicos son la clave de los propios avances del sector ya que aportan un plus de novedad y motivación a la industria, además de empujar a través de la investigación siempre hacia delante.

Aura de Treku

Leo con interés las nuevas aportaciones de estos avances, hasta donde llega mi capacidad de comprensión y me entero de que el futuro de las comunicaciones y la empresa dependerán de cosas como la Big Data, la Inteligencia Artificial, las impresoras 3D y el Internet de las Cosas. Atentos a la jugada. Todo va muy deprisa, el mundo se acelera y nos acostumbramos a adaptarnos por el camino a lo nuevo sin haber asimilado del todo lo que ya se ha quedado obsoleto después de una o dos temporadas. Un smartphone de dos años ya es viejo: así es la tecnología actual.
Cyborg de Magis

Pero después de Milán no tengo esa sensación de vértigo que me produce el mundo en general y las noticias en particular. Después de Milán vuelvo a casa con la cabeza repleta de imágenes que me inspiran calma, quietud e introspección. Intento explicar todo lo que he visto y sólo acuden a mi mente proyecciones de ratos demorados frente a una taza de café, tardes en el sofá y paseos por el jardín al atardecer. El tiempo pasa despacio y esa es precisamente la esencia de lo mejor que hemos visto este año en la muestra. Excusas magníficas para detener el tiempo. Objetos e instrumentos diseñados para que pase despacio, para que la vida se ralentice delante de una taza de té que humea.

Costura de Stua

Esa es la aportación del diseño de muebles y espacios a una vida mejor, a contracorriente de todo lo que nos empuja hacia adelante muy deprisa siguiendo la lógica indiscutible del progreso. Esa es la grandeza del diseño y el sabor del néctar de este año. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario