Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

martes, 19 de abril de 2016

10 tips para presumir de que has estado en el Salone del Mobile de Milán

No has tenido tiempo ni ocasión de acercarte a Milán este año. No importa. La muestra más importante sobre diseño para el entorno se puede resumir en unos pocos tips que convencerán a propios y extraños de que has estado allí dándote codazos con los miles de visitantes enfervorizados que recorrían las exposiciones. He aquí lo que debes saber sobre Milán 2016:

1. Más madera...! Madera, madera y más madera... Todas las empresas apuestan por el material más cálido en acabados nogal o roble. Los nórdicos siguen con el fresno.




15th Groundpiece de Flexform, culto a la madera

2. Hazte el sueco. El estilo nórdico sigue evolucionando en las manos de diseñadores que han encontrado un filón de buen gusto en decoración residencial. Y se produce por toda Europa.



Aura de Treku

3. Para gustos, los colores. La alemana Hella Jongerius presentó un universo específico por encargo de Vitra, en un espacio fuera de la feria, que demuestra su maestría y el poderío de una gama de colores bien trabajada. No hay discusión.

Colour Machine de Hella Jongerius en Casa Vitra

4. Me, Tarzán. Tendencia Jungle: un afluente exótico y tropical de la siempre presente tendencia Naturaleza. En esta ocasión con más verde, más intensidad y más sofoco.


Stand de Dedon con piezas diseñadas por Sebastian Herkner.

5. Se lleva el Tecno. Las nuevas tecnologías también llegan al mundo del mueble. La industria aereonáutica ha inspirado el desarrollo de un material a base de fibra de carbono que solo tiene 2 mm de espesor. Las sillas de Kartell diseñadas por Piero Lissoni pesan sólo 2,2 kg. Como un ordenador ligero.


Piuma, de Piero Lissoni, para Kartell, solo pesan 2 kilitos.

6. Los viejos rokeros nunca mueren. Los clásicos del diseño vuelven con más fuerza que nunca para reivindicar el buen trabajo, su condición de eternos y, de paso, apostar por piezas que son valores seguros. 


La Toledo, una de las sillas más universales, del gran Jorge Pensi, ahora producida en material plástico por Resol. 


7. Las cocinas están cambiando. Las empresas apuestan por programas que se confunden con los del salón para mezclarse en alegre intimidad, sin complejos ni celos. Bulthaup alquiló una iglesia para mostrarlo. Imprescindible.


La nueva cocina b3 System presentada por Bulthaup

8. Spain ya no es diferent. Los nombres españoles pesan cada vez más en la muestra del diseño internacional: Urquiola, Quitllet, Hayón, Lievore, Mermelada, Pensi. Pero no nos hagamos ilusiones. Los apellidos son españoles pero sus estudios son europeos. 


Milá, de Jaime Hayón para Magis.

9. Muebles Diesel. Las colaboraciones entre el mundo de la moda y el del mueble son cada vez más frecuentes y fructíferas: Diesel, Dolce & Gabbana, G-Star... La moda aporta coherencia y audacia a un sector más bien pacato, lo que no está nada mal.


Diesel trabaja con con Moroso, Foscarini y Scavolini en un programa de hogar irresistible. Para el que firma esto, lo mejor de lo mejor.

10. Agobio positivo. Este año ha sido el de la recuperación de visitantes. Hacía años que no veíamos tanta gente en los pasillos dándose codazos. Scusi, Scusi... Todo el mundo estaba contento y eso es un buen indicio. 


lunes, 11 de abril de 2016

La casa, fuente de felicidad: el consejo que olvidan los expertos

Hay un profesor universitario norteamericano israelí, Tal Ben-Shahar, que imparte con éxito charlas por todo el mundo explicando cuáles son los tips que debemos observar para ser más felices y disfrutar de la salud física y mental que este estado de ánimo comporta a las personas y a las sociedades.
Entre los consejos que apunta el tal Tal encontramos cosas obvias, cosas interesantes y algún detalle sorprendente. Es obvio que hacer ejercicio todos los días, alimentarse correctamente y ser amable con los demás ayuda a forjar un temperamento Feliciano.


Fotografías de TR House, proyecto de PMMT Arquitectes, premio Technal, fotos Pedro Pegenaute cortesía Technal.

Es interesante saber que también ayuda el hecho de ser asertivo, gastar el dinero en experiencias y no en cosas y enfrentarse a los retos de cara. Lo que resulta más sorprendente de estos trece consejos que nos brinda el autor es el que se refiere al calzado cómodo como una de las recetas para alcanzar este grado de satisfacción interior al que todos tenemos derecho, una vez cubiertas las necesidades básicas. Unos zapatos que aprietan, desde luego, no son un buen principio para acometer el día con el objetivo puesto en ser dichoso.
Me resulta levemente inquietante que todo un experto en el tema felicidad baje la vista hasta las simas ideológicas de los pies para encontrar el enemigo a combatir. ¿Tendrá algún interés en beneficiar al lobby de los zapateros si es que existe este lobby en el aparatoso sistema político americano? ¿Será producto de una mala experiencia con un juanete?



Nuestro querido amigo, el conferenciante exitoso, ha olvidado incluir en sus trece consejos una fuente de felicidad imprescindible, inagotable e ineludible como es el hogar. Un hogar acogedor que no aprieta los pies, ni la espalda ni la mente. Un espacio para vivir solo o en compañía agradable, confortable y luminoso donde nos sentimos nosotros mismos mejor que en ningún otro sitio. De hecho esta descripción coincide con los objetivos de los primeros diseñadores del hogar moderno, el matrimonio Eames que hizo de su propia casa un ejemplo de armonía y buen gusto. Mira por donde, ya hemos encontrado un vínculo directo entre diseño y felicidad.


Cuando un interiorista habla con sus clientes para averiguar qué es lo que necesitan en su nueva residencia o en la reforma de la antigua, lo que hace es un análisis de los factores de felicidad ambiental que les va a proporcionar. En sus manos están los elementos que, sabiamente combinados, se convertirán en la escenografía de una película de amor con final feliz todos los días, por la noche, al apagar la luz.



La casa bien equipada y decorada incrementa nuestra felicidad; no tenemos la más mínima duda. Brindamos desinteresadamente el consejo catorce a los expertos porque, seguramente, les faltaba algo y no acababan de encontrarlo. 

lunes, 4 de abril de 2016

Huertos urbanos para náufragos en la gran ciudad

¿Habéis visto The Martian, la última película de Ridley Scott? El pobre Matt Damon se queda solo en una estación perdida en el planeta rojo y, como buen Robinson, se tiene que buscar la vida para sobrevivir. Utiliza todas sus habilidades científicas para crear un pequeño huerto de patatas que le permite no morir de hambre. 




No puedo evitar acordarme de esta y otras películas de sci-fi, donde aparece el recurrente huerto espacial, cada vez que me encuentro con un pequeño, comprometido y rebelde huerto urbano. El primero que conocí es el ingenioso Leopoldo, a base de bolsas de material plástico a modo de estantes cultivables. Era uno de los must del siempre adelantado Vinçon. Luego han aparecido muchos otros huertos modulares, a punto de cosecha, esperando el urbanita con mala conciencia que los pusiera en marcha.






En la actualidad existe un floreciente industria alrededor de esta acertada idea que mueve contenedores, sustratos especiales, semillas de plantas enanas, cursillos, talleres y especialistas. El huerto urbano, como dicen sus apasionados defensores, es algo más que cultivar tomates baby en el balcón. Es un estilo de vida.


Leopoldo de Santa&Cole, el primer huerto modular

Es obvio que la zanahoria o los fresones cultivados en un huertecito terracero son inifinitamente más caros que los que podemos encontrar en el super de la esquina. Pero, ni de lejos saben tan bien. No importan el esfuerzo, cuidados, abonos especiales, riegos programados y toda la parafernalia que piden los huertos urbanos... es un gasto de energía tremendo que los aficionados convierten en un pasatiempo adictivo y, por lo tanto, vale la pena. 




Huerto urbano de Leroy Merlin

Hay algo de náufragos en la gran ciudad en este afán por volver a las raíces agrícolas, ensuciarse las manos de tierra y ver cómo crecen las hortalizas desde el brote hasta la mesa. Hay una mirada atrás nostálgica y también un cierta sensación de desamparo en la deshumanizada vida urbana. Aunque no hayamos entrado en este apasionante mundo del cultivo casero, miramos con envidia la ensalada de nuestro amigo el ecológico y, sobre todo, el brillo de los ojos con que nos muestra ilusionado su última cosecha.
Habrá que probar...