Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

martes, 15 de abril de 2014

Salone del Mobile 2014: describe una escalera de caracol sin mover las manos

¿Se puede explicar una muestra como el Salone sin imágenes? El ejercicio, sin duda, complicado recuerda un poco esa vieja treta de la retórica que nos pide que describamos una escalera de caracol sin mover las manos. Es difícil... A pesar de todo, es misión del cronista convertir un evento en algo explicable a través del lenguaje.
Milán es... inabarcable. La visita al Salone es una cosecha abundante de imágenes que nos permite trazar el plano de las últimas tendencias en diseño para interiores, con sus accidentes geográficos, sus curvas de nivel y los hitos donde podemos parar a reponer fuerzas.


1. El Salone 2014 era visiblemente más oscuro. Los estands se han tapizado de fondos densos sobre los que destacan conjuntos de mobiliario aún más densos.
INTENSIDAD es la primera palabra que nos acerca a esta edición post-crisis. Como los mejores grupos de rock, al Salone de este año se le valora la actitud en escena. Los dorados y las maderas densas eran las reinas.


El salón dorado de Kartell y sus jaulas de gogós.
2. ¿Realmente se ha acabado la crisis en el mundo del interiorismo? Es difícil contestar a eso cuando en determinados estands los visitantes no te dejan ver el bosque. Las sensaciones humanas son positivas y colocan al Salone a una altura inalcanzable para las otras muestras del sector. Cada año que pasa es más difícil toserle. En cuanto a la oferta, aún no parece que se fije en los mercados europeos. La palabra cave, en este sentido, sería PRUDENCIA.


Las Aluminium Chair de Vitra en despliegue de colores. El color ha triunfado este año.

3. COLOR. Tal vez la mayor sorpresa de esta edición repleta de lacados brillantes en colores imprevistos, referencias al diseño nórdico, tejidos ricos y densos, metales oscuros y maderas de nogal y roble canaletto. El color reaparece con fuerza en los espacios y obliga a los interioristas a armarse de recursos para administrarlo con eficacia y buen gusto.


 
Tenía que venir Diesel para dar un poco de caña al mundo del mueble. Una vez más, la oferta combinada con Moroso, Scavolini y Foscarini es de lo más interesante de la muestra.

4. El diseño se internacionaliza acabando con la supremacía italiana y dejando paso a profesionales de otras latitudes y culturas: Nendo, Tokujin Yoshiota, Konstantin Grcic, Atelier Oï, Marcel Wanders, Werner Aisslinger. Curiosamente en este mejunje de culturas apenas encontramos huellas locales sino más bien un lenguaje INTERNACIONAL que se convierte en el esperanto del diseño.



Bastardo es un sofá iconoclasta de los hermanos Campana que presentaba Edra. Tan feo como atractivo.

5. Hay muy buenas ideas en esta edición del Salone. Probablemente más frescura y soluciones inteligentes que en anteriores años, adocenados por el parón económico. Muebles más ligeros, polivalentes y fáciles de integrar, pensados para espacios pequeños o para mansiones colosales, más simpáticos, singulares y sugestivos. La palabra clave es ADAPTABLE.


Nendo ha trabajado este año para Cappellini.  El japonés siempre la clava

6. Las cocinas y baños siguen su camino imparable hacia el futuro marcando las inteligentes sinergias que se crean entre la tecnología y la estética. Cocinas amables pero muy técnicas y baños que parecen spas PROFESIONALES. Hay que destacar el nuevo trabajo de los diseñadores japoneses en este campo.  
 
 
 

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