Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

miércoles, 22 de mayo de 2013

Los 10 diseños más feos del año (pasen y vean...)



En nombre del diseño se hacen cosas maravillosas pero también truños impresionantes que nos resultan de gran utilidad para recordarnos que lo importante del diseño es que sea bueno. Porque de malos diseños está el infierno de la decoración repleto. Presentamos diez diseños que nos han parecido especialmente feos, raros, antipáticos o simplemente horripilantes. Un ranking absolutamente subjetivo al que cada cual puede añadir sus fobias personales. No tienen desperdicio. Pasen y vean estos engendros de la naturaleza...



1. La mesa que mea es un diseño de Judson Beaumont de Straight Line Designs

2. Una consola de Zerodisegno que parece realizada con preservativos de colores. Agh!


3. Silla de exterior Sitting Bull diseño de Islé Phippaz que produce Kill Codig

4. Alfombra de vaca pintada de rojo de Silvina Marotti (y la presentó en Milán)

5. Los grandes también se columpian. Karim Rashid para Casamanía diseñó estos taburetes de plastelina


6. Kuartz, una butaca recién llegada de Marte

7. El estudio polaco Wamhouse presentó este sillón que homenajea a los Rolling Stones con evidente mala pata

8. Una butaca que no paga royalties a Tous, de Altamoda Italia.
9. Eeeeeh... una silla de Ego que habla por sí sola


10. Fabio Novembre le vendió esta moto a los de Driade que, incomprensiblemente, no solo la producen, sino que la promocionan

viernes, 17 de mayo de 2013

Elogio del mueble de contenedor de basura

¿Quién no se ha levantado alguna vez un mueble del contenedor de la calle para adoptarlo amorosamente? ¿Quién no se ha despedido con una lagrimita del viejo butacón desvencijado y al volverse para darle una última mirada ha visto con asombro que ya había desaparecido? Eso es lo que podríamos llamar reciclaje activo.
Lo primero que nos viene a la cabeza cuando pensamos en reciclaje es el ladrillo de pavés convertido en cenicero. Después el palet con ruedas pintado y barnizado a modo de mesita de centro. Más ejemplos… Los tarros de cristal cuya tapa se atornilla al techo del garaje para contener tornillos. La valla de obras convertida en cabecero de cama. Las botellas de cristal de colores con una pantalla convertidas en lámparas de sobremesa. Las entrañables estanterías de ladrillos y tablones. Las traviesas de madera de las antiguas vías férreas transfiguradas en escalones para el jardín. Los manteles adelgazados hasta la condición de caminos de mesa. Los lavaderos de bacalao en los baños a modo de lavabo. Los grifos reconvertidos en tiradores. Las baldosas de cerámica recuperadas como platos o posavasos. Las fantásticas cajoneras de los linotipistas, ascendidas a la categoría de cómodas. Las mesas mutiladas que ahora son consolas. Los molinillos de café, los teléfonos de baquelita, los carteles publicitarios de lata y las cajas de galleta que devienen objetos decorativos…

Mesita de centro hecha con un palet pintado y cuatro ruedas: un  clásico del reciclaje doméstico
La lista es tan amplia como nuestra imaginación y tan apasionante como todo aquello que podemos conseguir con nuestras propias manos. El reciclaje doméstico se ha convertido en una necesidad de la moderna sociedad de consumo, ahogada por el peso de sus propios deshechos y que no tiene otro camino que cambiar completamente de mentalidad para disminuir el volumen del nefasto mercadeo del usar y tirar.
Sería tentador y un poco triste pensar que, por culpa de la crisis económica,  estamos abocados a entrar en una nueva fase de acondicionamiento de los hogares centrada exclusivamente en el reciclaje de sus objetos. Como esos países sin recursos donde los coches se reciclan hasta el infinito a base de maña y necesidad. No es así. Muchos elementos domésticos, como los gatos, tienen varias vidas y siempre ha sido así, incluso en las mejores épocas de bonanza que podemos recordar.
Reciclar es un ejercicio de responsabilidad para con nuestro entorno y, a la vez, una forma de aplicar el ingenio al espacio que nos rodea. Una declaración de respeto al trabajo artesano e industrial y  una muestra de humildad hacia un planeta en el que estamos de paso, cuyas piedras nos han de sobrevivir.
 
 
Cama Favela de Edra, presentada en Milano el mes pasado. Los hermanos Campana han hecho del reciclaje una filosofía de trabajo con resultados fantásticos.
 
Muchas empresas han asumido de forma seria este reto y proponen en sus catálogos productos que tienen una cierta deuda con sus vidas pasadas, un alma cambiante y renovada. Hace poco presentábamos en estas páginas unas mesas realizadas con los tablones despintados de viejas barcas de pesca africanas y recordamos mil ejemplos parecidos… Cuanto menos, las industrias están obligadas, en algunos casos por ley, a explicitar el origen de algunos materiales naturales y la ausencia de elementos dañinos en los artificiales, así como la posibilidad de reciclar los elementos que componen sus productos.
Es una buena manera de encarar este siglo tan complejo en el que nos hemos metido, desde la perspectiva del diseño de interiores. Desde el respeto a nuestro delicado ecosistema y con el gozo que producen estas transformaciones. No importa si adquirimos un mueble con certificado de origen o le damos una mano de pintura a la vieja cajonera de la abuela. En cualquier caso estamos ejerciendo una nueva y saludable forma de mejorar el entorno.

viernes, 10 de mayo de 2013

Chicas, al Salone!

Formas esenciales, materiales naturales y cálidos, madera, leves toques de color para iluminar los ambientes y soluciones prácticas para espacios reducidos, son los grandes ejes del diseño visto en Milán este año. El Salone ha demostrado un año más su imbatible supremacía en el mundo del diseño, reafirmando su carácter de cita ineludible a nivel internacional para conocer lo mejor de la producción europea. Este año, las tendencias innovadoras en diseño para la casa y el espacio público se han visto arropadas por la muestra de iluminación Euroluce y la de oficinas, Salone Ufficio, que proporcionaban una visión transversal de las propuestas del mercado. Apuntamos algunos de los grandes rasgos de las tendencias vistas en la muestra:
 
1. Las formas se reducen a lo esencial, a sus aspectos geométricos a los patrones más elementales que están en la memoria histórica del mobiliario moderno. Así cumplen con un público que huye de los excesos estilísticos al tiempo que reducen y simplifican los procesos productivos. En consecuencia, bajan los costes y el precio final.
 
 
 
 
2. Las materias naturales con aspecto crudo o poco trabajado siguen copando los mejores puestos de los nuevos catálogos. Los frontales de nogal canaletto muestran orgullosos sus vetas, las maderas de fresno y haya se presentan con la cara lavada. Los muebles barnizados en poliéster que parecían irrumpir hace un par de años, se baten en retirada ante el empuje de lo natural. Lo mismo vale para el algodón, el acero, el aluminio o incluso los plásticos más nobles.
 
 
 
3. Aunque la mayoría de fabricantes huyen de las estridencias cromáticas, se siguen viendo detalles de color muy atenuados en la mayoría de colecciones, herencia de la poderosa estética nórdica que nunca pasa de moda.
 
 
 
4. Los muebles polivalentes o plegables son la solución ideal para los espacios reducidos, un tema que demandan los mercados sensibles a la proliferación de viviendas de pequeño tamaño para uso unipersonal.
 
 
5. El salón Ufficio aboga por los espacios para trabajar que se confunden con los domésticos, en la convicción de que un entorno más humano propicia un mayor rendimiento laboral.
 
 
 
6. En el salón Euroluce triunfa con todo mérito el mundo del Led, finalmente incorporado con todas las consecuencias al entorno doméstico con ideas tan sugestivas como los papeles de pared iluminados de Ingo Maurer.
 
Las dificultades económicas que atraviesan muchos países europeos, incluidos los más ricos, no parecen ser el caldo de cultivo propicio para aventuras estéticas muy arriesgadas. De esta forma, los fabricantes prefieren apostar por valores seguros a través de los diseñadores consagrados de probado tirón comercial. Patricia Urquiola, los hermanos Campana, Ferrucio Laviani, Paola Navone, Piero Lissoni, Jean Nouvel, son algunos de los nombres que han sonado en esta edición. Junto a estos diseñadores de fama internacional, el Salone Satellite recupera los mejor del diseño emergente de los cinco continentes para demostrar que corre sangre nueva por las venas del diseño en todo el mundo. Los  proyectos de los más jóvenes aportan más ingenio que posibilidades, más capacidad de reciclaje que de gasto… en definitiva, parecen responder a la realidad del momento.