Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

martes, 30 de abril de 2013

Resulta que el diseño es un lujo que no nos podemos permitir

Arkitektura cierra.
Unos de los puntos más emblemáticos del mobiliario de diseño de vanguardia de Barcelona, el que recogió el testigo del no menos señero Idea Mueble (entre ambos tal vez sumen cuarenta años de presencia ilusionada del mejor diseño en la ciudad) tira la toalla y decide que ha llegado al final del camino. Ni siquiera el nivel alto/muy alto se libra del tirón de la crisis, por lo visto.
Que cierre una buena tienda de mobiliario es tan malo para nuestra cultura como que cierren varios cines dedicados a la versión original. Una malísima noticia para los que amamos el diseño.

Stand de la muestra italiana de Milán, Salone del Mobile que este año ha coincido con Euroluce.
Dice Marta Ventós en su carta de despedida: “Como fundadora e impulsora de este proyecto que inicié hace trece años, y del cual me siento muy orgullosa, he podido constatar cómo tras estos años, el espíritu que lo motivó ha dejado de interesar a gran parte del público al que iba dirigido. La selección exigente y exclusiva del mobiliario contemporáneo de diseño, que era la ilusión de muchos clientes particulares y profesionales del interiorismo y de la arquitectura, parece no constituir hoy día un objetivo prioritario ni siquiera deseable. Por ello, he decidido cancelar dicho proyecto de manera ordenada, y abordar otras inquietudes y actividades personales. Tras estos años de esfuerzo y grandes satisfacciones, adopto esta decisión con tristeza pero sin amargura.”
Con inevitable tristeza, pero también con cierta amargura, constatamos que el diseño no sólo no es una prioridad sino que, efectivamente, era un lujo. En contra de lo que queríamos creer los abogados del buen diseño.
Un lujo cultural en un país que tiene a la cultura al final de la lista de sus prioridades.
Un lujo estético donde lo que más gusta es la ensalada de estilos al alcance de cualquier Pepito.
Un lujo mental para quienes siguen creyendo que el mueble tradicional aporta respetabilidad.
Un lujo espiritual para los que creen que el diseño debe ser ostentoso y autorreferente.
Un lujo económico para los que prefieren coleccionar coches y relojes.
Un lujo artístico para los que entienden que el arte es una cosa que se cuelga en la pared.
Un lujo local para los que creíamos que Catalunya es la cuna del diseño español.
Un lujo nacional en un país de burócratas y gente con manguitos en la mente.

Imagen del Salone de Milano 2013
Marta, has hecho un trabajo magnífico y ahí quedará para siempre como referente de lo que estuvo a punto de ser posible. Hacer las cosas bien hechas no es suficiente, por desgracia. Los países nuevos ricos suelen tener mal gusto y los nuevos ricos que empobrecen, peor.

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