Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

viernes, 18 de enero de 2013

Muebles para hacer el amor sin dañarse la espalda

Me hacen mucha gracia los muebles eróticos o sensuales que aparecen en las web de algunas empresas del ramo, porque en vez de predisponer mi líbido a la coyunta ergonómica y gozosa, me dan una sensación de lumbares machacadas de aquí te espero. Esas butacas extrañas de formas sinuosas, supuestamente pensadas para el coito, más bien parecen diseñadas por un inquisidor para arrancar la confesión a un hereje a base de hierro candente y potro para descoyuntar miembros. Claro que ahora que se ha puesto de moda el sado light tal vez un estirón de las vértebras o una bajada rápida de sangre a la cabeza sea un buen estímulo.


 Suite de un hotel diseñada por la empresa especializada en artículos eróticos Margarita Bonita, con el Tantra sofá preparado para destrozar lumbares.

A medida que el sexo pierde su misterio (qué gran pérdida) incluso entre los adolescentes, aparecen productos para consumarlo con eficacia e higiene muy de agradecer. Los condones y lubricantes se encuentran en el súper al lado de los chicles (cuando yo era joven no te los vendían ni en las farmacias porque era pecado, de hecho creo que, oficialmente, aún lo es), los nuevos y luminosos sex shops se abren a todos los públicos dejando los penes de látex para los estantes del fondo para no herir susceptibilidades masculinas y los hoteles dedican alguna suite a estos menesteres como atractivo comercial de sus ofertas. Me parece genial.

Esto tiene que hacer pupita en el diodeno

Pero el espacio doméstico no necesita de estas argucias de mercachifle. Que nadie se vaya a creer que la cama redonda es más sensual que la cuadrada, o que la butaca “follamuch” te va a echar una mano a la hora de la verdad. Ni siquiera la cama que se mueve acompasadamente ayuda a nada como no sea a marearse sin remedio. No hay muebles específicos para follar, como no los hay para cortarse las uñas o para leer el diario. No caigamos en ciertas tonterías comerciales que nos despisten del objetivo final: un buen polvo es para toda la vida.

  La Movement Bed de Margarita Bonita es una cama que reproduce los movimientos del coito para ahorrar sudores, pero fijaros que la parejita va de culo cuando la cama parece estar en medio de un terremoto (las sonrisas son porque les pagan).

Dos consejos: evita los fluorescentes en el dormitorio si no quieres parecer un extra de Walking Dead y explora las posibilidades de tu casa sin despreciar ningún espacio (y eso incluye el ascensor). Ah! Y una película a revisar sin excusas: “El cartero siempre llama dos veces”. Observa lo que da de sí la mesa de la cocina y toma nota.

Jessica Lange y Jack no necesitaban butacas ergonómicas para subir la temperatura de la cocina.

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