Recomendaciones vacacionales para el gourmet de diseño

El buen gourmet del diseño no descansa en vacaciones. Muy al contrario: aprovecha el tiempo libre que le brinda su providencial trabajo unas cuantas semanas al año, para recorrer devotamente los centros nerviosos de ese organismo que es el planeta diseño y degustar su vicio sólo o con su abnegada pareja. Padres de familia abstenerse (háganme caso: los niños no tienen el paladar preparado para abrir sus mentes a nuestro escasamente narrativo mundo y no es cuestión de que le cojan manía antes de hora, tiempo habrá).

 “Designed to win” en el Design Museum London

¿Dónde está la Meca del diseño en nuestra geografía internacional? Buena pregunta, en la que no se ponen de acuerdo los más sesudos críticos de aquí y de allá. Los británicos se pelean por la tumba del profeta con uñas y dientes, aunque el asunto del diseño a nivel popular se les da una higa. Sólo tienes que ver sus casas y sus cottages para ver cómo lo desprecian. Pero con tal de ser los abanderados de la modernidad, están dispuestos a pegarse con cualquiera. El Design Museum London, reconozcámoslo, es una bofetada en la cara de todos los países meridionales que nos la damos de listillos pero somos incapaces de montar un museo como Dios manda. Si se acercan este verano por allí tendrán ocasión de ver su colección permanente y una bonita exposición sobre diseños para deportes titulada “Designed to win”. Pinta bien.

Triennale de Milano, para diseñadores gráficos

Los italianos (nobleza obliga), se parten la pana con su Palazzo de la Triennale en Milán, bien provisto de escalinatas impresionantes, pero sosito y alejado del centro. Aún así este verano se merece una visita por la interesante muestra dedicada a la “Gráfica italiana”.

Shaping Modernity en el MoMA

El MoMA de Nueva York, por su parte, ya organizaba exposiciones sobre diseño cuando nuestros pioneros llevaban pantalones cortos. Los que tengan la fortuna de poder darse un garbeo por la gran manzana este verano no dejarán de acercase al MoMA para visitar “Shaping Modernity, 1880-1980”, una visión de cien años que explica la creación de la modernidad a través de arquitectos y proyectistas.

En Barcelona podemos visitar las tres sedes que agrupa el DHUB a base de transporte público, que no deja de ser una buena alternativa viajera. Mientras se traslada al edificio de la Grapadora en la incierta Plaza de las Glorias, el DHUB presenta una colección permanente de mobiliario del siglo XX que vale la pena. Pillen unas buenas sandalias de caminar y anímense. Todas estas ciudades ofrecen además una atractiva oferta de restaurantes, baretos, mercados y tiendas abiertas al público que demuestran que nuestra religión está bien implantada en la urbe. Good luck, pilgrim!.