Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

sábado, 12 de mayo de 2012

La naturaleza diseña mejor que tú

En los inicios de su carrera, el diseñador vasco Martín Azúa presentó un proyecto denominado Natural Finish, que consistía en permitir a la naturaleza acometer el acabado de ciertos objetos. Dejaba jarras de cerámica porosa en el lecho de un río durante un tiempo y las recogía transformadas con florescencias imprevistas y manchas de humedad y moho que el río había obrado sobre la superficie de cerámica. “No podías prever el aspecto de las jarras después de este proceso, pero tampoco podías fijar las manchas que, al principio, eran de un verde misterioso para transformarse luego en extrañas motas de color marrón. Al final, lo natural siempre es imprevisible, pero me interesa evitar las fronteras ficticias entre lo que hace la naturaleza y lo que hacemos nosotros. El ser humano también es naturaleza.”

El diseñador vasco afincado en Barcelona, Martín Azúa, utiliza la naturaleza como estrategia de diseño

Martín Azúa, que es también profesor de Elisava explicó esta semana, en una conferencia celebrada en el Roca Gallery de Barcelona, y compartida con Gabrielle Schiavo, de Lagranja, y el que firma como moderador, que es bueno reivindicar la humildad y el trabajo local como estrategias de diseño. Mostró un recorrido breve de sus trabajos donde se aprecian más conceptos que formas, ideas antes que realizaciones, y algunos pequeños contratiempos que al final se convierten en lecciones de realidad frente a las elucubraciones típicas de diseñador exaltado.

Jarrones decorados por la naturaleza, proyecto Natural Finish de Azúa.

En el 2008, ganó un premio FAD de arquitectura efímera por la instalación Especies en Evolución para la empresa Roca en la que diseñó un concepto de baño gruta en el que conviven la tecnología con la naturaleza. “Cuando realicé la instalación para Roca me empeñé en colocar una fuente de luz muy potente tras una cúpula realizada con un material flexible especial. Era una forma de recrear la alternancia entre el día y la noche, pero cuando estaba todo acabado la potencia de la instalación eléctrica acabó por quemar el montaje. Durante unos segundos, pensé que esas columnas de humo eran exactamente lo que yo había buscado, hasta que alguien gritó ‘¡Fuego!’ y se acabó el sueño. Al final la realidad siempre es más tozuda que nuestras construcciones mentales, de modo que es mejor empezar por hacerle caso.”


Los procesos naturales como estrategia de diseño. La autenticidad, un anhelo que no siempre está a la vista. En la naturaleza nada es gratuito, las formas son siempre el resultado de una economía de materia y energía para conseguir un resultado. Esta mañana rememoraba los comentarios de Martín Azúa mientras corría por un sendero verde del Parque de Collserola, admirando las construcciones imprevisibles de la naturaleza, los colores de la vegetación, la crudeza de la tierra y las piedras. Junichiro Tanizaki, en su obrita de referencia “Elogio de la sombra”, nos recuerda que las casas que más disfruta son aquellas que le permiten el contacto directo con el exterior, las que se dejan envolver por la naturaleza y no al revés. El diseñador, por tanto, como enseña Martín Azúa, es un aprendiz del planeta. Un alumno aventajado de lo que éste nos muestra todos los días.
Proyecto Memory Forest para Ikea, de Martín Azúa.

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