Querida Fernalia:
El otro día, tras un largo y jugoso paseo por el barrio del
Born de Barcelona, después de visitar algunas galerías de arte dedicadas al
diseño histórico y a la obra de jóvenes artistas/diseñadores, mientras
saboreábamos dos dulces caipirinhas, me preguntaste si creía que el diseño
podía ser considerado una forma de arte. Como soy un poco lento de reacciones
(mentalidad Diesel, según tu acertada definición) decidí seguir sorbiendo mi
copa y aplazar la respuesta para otro momento.
Loung Chair diseñada por Charles Eames en los años 50 y producida por Vitra
Terrible dilema. Consagrar el diseño como una más de las
Bellas Artes equivale a entronizarlo en un circuito selecto y exclusivo donde
se hablan un lenguaje crítico solo accesible a iniciados. No me ilusiona mucho,
en principio. Por otro lado si el arte, para simplificar, lo consideramos una
actividad destinada a crear emociones, debo reconocer que, en efecto, el Diseño
es un arte. Cada vez que contemplo mi Lounge Chair por las mañanas, cuando el
sol tiñe de reflejos la madera de nogal de su estructura y matiza el cuero
negro del asiento, me descubro ante la sensibilidad de Charles Eames y me
alegro de disfrutar (y sentarme) en tamaña obra.
Escenografía del Primer Acto de La Bohème de Puccini
No estoy seguro de tener una respuesta a tu cuestión pero
déjame que te ofrezca una pista que permita a cada uno elaborar su propia
opinión al respecto. Según los amantes de la música, la Ópera es la forma de arte más completa, ya
que integra en su estructura esencial lo mejor de diversas disciplinas
artísticas: música, teatro, escenografía (diseño), literatura, danza. El otro
día me invitaron a una representación de La Boheme (Puccini es el mejor) y en
el entreacto capté una frase que me dejó la boca abierta por su clarividencia.
“Toda la compleja labor de los cincuenta maestros de la orquesta y sus afinados instrumentos palidece
ante la belleza de la voz de la soprano”…
Creo que en la voz de la soprano está la clave de la
cuestión. La voz, como una forma espléndida de artesanía, algo que el hombre
hace con sus propias manos (en este caso, con sus propias cuerdas vocales) es
el instrumento insuperable de la belleza. Es la fuente de inspiración por excelencia. Tal vez en el diseño que perdura, que
nos asombra, lo que palpita es la mano del artesano, el aliento poético del
trabajo manual, la excelencia de lo sencillo. Una emoción que se parece mucho a
la que ejerce al arte sobre el espectador. Todo lo demás, es pura parafernalia.
Arte: Artesanía emocional que nace de la inspiración por la pasión que nos regala el alma....
ResponderEliminarMaravilloso artículo Marcel....
Te leo tan sólo hace dos Posted....
Sensibilidad,audacia,naturalidad y curiosidad....
Enhorabuena
Gracias, Imma. Los temas que nos apasionan siempre produccen un cosquilleo que resulta genial compartir con otros.
ResponderEliminar