Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

sábado, 11 de febrero de 2012

Lugares con interiorismo nefasto

¿Os habéis encontrado alguna vez en un espacio público que ofende vuestro más elemental sentido de la dignidad decorativa? Probablemente se nos ocurrirán muchos sitios así, a poco que nos paremos a pensar: restaurantes tristes, oficinas lúgubres, salas de espera deprimentes, tiendas confusas, hoteles impersonales, bares cutres… por no hablar de la casa del vecino.
¡Cuánto trabajo por hacer en el terreno del diseño de interiores! Pero hay casos flagrantes en los que el contraste entre lo que predican y lo que presentan daña a la vista y muestra cuán fácil es abrazar el diseño de boquilla. Qué poco compromiso real y que escaso criterio estético anima a ciertas compañías.
El primer espacio que siempre me ha sobrecogido por la atrocidad incomprensible de su diseño es el restaurante de El Corte Inglés (algunos de sus restaurantes, para hablar con propiedad). Que un local de hostelería ubicado cerca de la planta de decoración de unos grandes y prestigiosos almacenes, presente un aspecto tan lamentable es, cuanto menos, chocante… ¿No hay ningún responsable de la planta de decoración que sea capaz de acercarse y abochornar a los responsables del restaurante? ¿No hay diseñadores de interior en plantilla en esa casa enorme, o escaparatistas con un mínimo de oficio para proyectar restaurantes, cafeterías o bufetes mínimamente presentables?

La experiencia gastronómico-decorativa de El Corte Inglés vale la pena como ejemplo de todo aquello que conviene evitar en esta tipología de locales: las barras están  proyectadas de formas que los brazos no alcanzan la superficie; los taburetes son inestables y anticuados; no hay ganchos donde colgar los bolsos; las sillas del restaurante son bajas para la altura de la mesa;  la iluminación es de hospital, pero poco hospitalaria; la acústica es mala; los pavimentos son vulgares; los servicios de mesa anticuados y ramplones… Para qué seguir.
Más locales de restauración que apenan por su diseño: los restaurantes de las ferias. Especialmente tristes cuando se visitan durante la celebración de una muestra de interiorismo, construcción o materiales de interior (Cevisama, Habitat, Expohogar, Intergift, Casa Pasarela…). Los restaurantes de feria son lugares pobremente iluminados con techos altos, mal distribuidos y mobiliario de una pobreza alarmante.
Un último ejemplo de precariedad estética en espacios que no tienen perdón: algunos restaurantes ubicados en el interior de museos. Aquí no podemos generalizar porque hay muy buenas excepciones. Pero la norma general en este tipo de espacios pasa por el minimalismo mal entendido: restaurantes de una austeridad rayana en la apatía, la anorexia creativa y la ausencia de imaginación. Si conocéis más ejemplos de este tipo estaremos encantados de compartirlos.

3 comentarios:

  1. Como has podido ver, no hay ningún responsable de interiorismo, escaparatismo...en condiciones o profesional, porque los han tirado -despedido- a todos y solo hay mandos y jefes que han llegado a lo más alto sin saber hacer nada, y ganando una buena pasta, lamentable, pero cierto.

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  2. Cuánta razón Marcel, el corte inglés ha menospreciado siempre el diseño, el restaurante es el mejor ejemplo jajaja. Tal vez porque nunca lo ha necesitado, me refiero a que siempre han vendido sin necesidad de hacer muy bien las cosas. ¿Por qué mejorar la experiencia del consumidor en una España rancia y enquistada si soy el que más vendo?. Afortunadamente esa política no les va seguir funcionando mucho más tiempo. Felicidades por el artículo.

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  3. Creíamos que éramos las únicas que pensábamos así...uf! menos mal!!!!
    A veces, ver sitios así, HORRIBLES, que funcionan y que a la gente, en general, le gustan o simplemente no dicen nada, te hace dudar de tus propios criterios. Pero sólo a veces.
    Saludos,

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